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Sin duda alguna, el valle medio del Ebro concentra uno de los más interesantes conjuntos arqueológicos e históricos de la Antigüedad en la Península Ibérica.  En particular, la localidad turolense de Caminreal alberga un magnífico ejemplo de ese “nuevo mundo” que surgió cuando Roma comenzó a extenderse por el Mediterráneo a partir del siglo III a.C.  Localizada en el centro de la actual comarca del Jiloca, la antigua ciudad de La Caridad se  ubicaba en el extremo noreste de la Hispania Citerior, en plena Celtiberia.Sin duda alguna, el valle medio del Ebro concentra uno de los más interesantes conjuntos arqueológicos e históricos de la Antigüedad en la Península Ibérica.  En particular, la localidad turolense de Caminreal alberga un magnífico ejemplo de ese “nuevo mundo” que surgió cuando Roma comenzó a extenderse por el Mediterráneo a partir del siglo III a.C.  Localizada en el centro de la actual comarca del Jiloca, la antigua ciudad de La Caridad se  ubicaba en el extremo noreste de la Hispania Citerior, en plena Celtiberia.Sin duda alguna, el valle medio del Ebro concentra uno de los más interesantes conjuntos arqueológicos e históricos de la Antigüedad en la Península Ibérica.  En particular, la localidad turolense de Caminreal alberga un magnífico ejemplo de ese “nuevo mundo” que surgió cuando Roma comenzó a extenderse por el Mediterráneo a partir del siglo III a.C.  Localizada en el centro de la actual comarca del Jiloca, la antigua ciudad de La Caridad se  ubicaba en el extremo noreste de la Hispania Citerior, en plena Celtiberia.